La teoría de la subjetividad en Moby Dick (fragmentos)
Invocación
la verdad, hagamos
él extravió el primitivo
por un desvío, a la primera dilación
El ...oso autor
Borra toda la Borra donde escribiste “eso y lo que”
Ninguna sangre es buena sangre comprada con un Franklin.
todos le confiesan al todo las aventuras.
Capítulo 1
Teniendo poca o ninguna subjetividad incorporada al mundo llevando una carga o precepto amor o moral a la calle.
Súbela bien alto, este sustituto de la piratería requerido y cuaresmal, el centro de la ciudad es el Baño mancomunado y anterior ¿Estuvieron los amantes allí algunas tardes?
Las avenidas, cuando son torpes, miran a hurtadillas, sólo las caderas y el yeso ligados a lo que se perdió:
Una vez comercializadas para señuelos, soportan caprichos o experimentos: procedimientos metafísicos consagrados a Ti (la subjetividad, otra vez)
El sueño aburrido en la casa de campo del gobernador asombrándonos con puñados de silencio, rechazos de intención:
¿Narciso resultará en una masacre, deberíamos gritar que algo dicen acerca de la Imagen. Un monedero es passé, no cosas generales o algo cualquiera no importa qué dice “yo”.
*
De ti. El tópico en miniaturas y fragmentos. Su enorme noche tras ellos cuando “yo”, por así decirlo, “voy al mar”, voy junto al mudo imperial por el vestíbulo para hacer sombras alegres. De ti.
Lo más alto asume el “tú” con preparadosde identidad, pero siempre alerta, qué hay de los porcientos de sangre, viejos capitanes de mar, copa y puñetazo, otras clases de sirvientes de la preocupación metafísica?
En vistas de lo cual, “tú” eres algo inaudito.
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Constante. Constante está parado solo, libre al aire puro de la popa axiomas mucho más privados para su atmósfera, las violaciones pitagóricas. El hedor del Destino proveniente de ellas que me acosa.
Qué mejor Todo está ensangrentado como esas partes estancadas de circunstancias que curadas denotan el estado, el barco del estado, Constante.
Capítulo 2
El alcance el inhalado alcance, seguido por o puesto a dormir mientras la mayoría se detiene en este lugar.
Un lugar de partida donde los apoya-cabezas, duerman, se requieren los originales: las barandas de cemento combinan las vidas públicas y privadas, cómo puede el orden disfrazar las proas, los baupreses, etc.
La escarcha está extendida. Me digo, como dirigiéndome a la identidad y el auto-nombrar, baja tu bolso y cubre la oscuridad hacia caros asfaltos y piedra pómez la interioridad secreta. Es toda mismidad, toda sociedad, aburridas calles y autobuses siguen desde aquí y de ahora en más. El traslado absorbe muchas de las obras en público, así embaladas en cenizas, en cajas pobres.
Un lugar común. Mascullé un divertimento sensiblero junto a la iglesia del negro que llora. Supongo que podría mirar bastante, parece suficiente ese vivir en carpa casa adentro, ese juicio divide más que nunca. Sin parangón es el milagro en el exterior donde la ventana se escarcha sólo de un lado. Las luces del norte levantan a los muertos dentro de ellas, sedosa su almohada longitudinalmente. Ahora fogosa, más de esta abrasión y esta abundancia.
Capítulo 3
Desfigurada por un sistema al que podrías inexplicablemente denominar la porción narrativa de la Historia del Arte. Anexada a las atracciones del costado del camino, he aquí una idea tan duradera sobre la autenticidad como los poemas de una subjetividad unificada.
Sublime como un juramento –que será desfigurado, irreconocible, convocando la interpretación sobre uno mismo. El marfil tembloroso, combinaciones de dibujos de artistas envejecidos y coloreados. Con tan pequeñas estadías, el largo brazo de la llorosa tiranía cosechando lo que los años más tarde ingresaron en la categoría de “raro”.
Esta marca, este somnífero, esa inteligente manera de hacer que el producto parezca grande. Toma asiento. Buenos bifes verdes, constreñidos y harapientos, ellos la siembran. Chaquetas congeladas, unos buenos seis días completos para expresar la identidad durmiendo de a dos en la cama. Trataré.
el salto fuera de lugar hacia los mares lejanos, el lado climático de la estructura, acompañantes desconocidos; suposiciones malignas hechas por conclusiones de domingo al despertarse. El desorden de los implementos acumulados aquí hacen de la utilidad un trofeo histórico para objetos de conversación sin rostro, sin cabeza sabios de café. ¿Qué pertenece a qué? Pasto para la calumnia, eso soy yo y mis partes.
vista, por lo tanto construidos sobre el rumor y los fantaseos.
Es tiempo. El tiempo divide lo sagrado y lo profano en este puerto. Casamiento joven, hijos dañados. Satisfactorio como un arponero, nunca estoy satisfecho al apurarme a recordar los pantalones finalmente hechos una buena distancia de la costa. Hacía frío.
Sus mejillas y marcas podrían ser advertidas, indicios de otros lados, efectos de vino blanco del mañana. Las plazas tienen cierta similitud, ¿a pesar de ello amplían o segregan ignorancia? Los modelos proveen un instrumento, una manera similar anterior a las ranas y los extranjeros.
Una manera cortés también puede ser un modelo. Un ídolo hecho cenizas, un pecho sin aire, una lectura borrosa de la piel.
Tu cabeza. En la oscuridad “yo” grito pidiendo un ataúd, ángeles, una nebulosa recuperación de la confianza porque “yo” tengo aún que detener mi antigua lectura resquebrajada que ahora “me” traiciona.
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